El emprendimiento se ha convertido en un elemento fundamental para el mundo de los negocios, puesto que, a la par en que los avances tecnológicos aumentan, este ha tenido que adecuarse a la realidad y evolucionar constantemente. Con frecuencia, surgen ideas nuevas que aumentan la competencia entre las empresas, lo que las obliga a crear distintas estrategias que garanticen su permanencia dentro del mercado.
Uno de los mejores métodos utilizados por las marcas que llevan mucho tiempo activas y que quieren mantenerse es el Intraemprendimiento y su promoción dentro de la organización. Con él, transforman a sus empleados en agentes de cambio y les dan libertad para innovar.

¿En qué consiste el intraemprendimiento?
Como medio de impulso para la consecución de objetivos globales, las empresas alimentan la capacidad de sus empleados en relación a la creación e innovación. Algunos se dedican a formular nuevos productos o servicios, diseñar estrategias de ventas más llamativas y rentables o a modificar algún método o proceso que pueda ser optimizado para beneficio interno o de los clientes.
La fórmula ideal para una organización es identificar, educar y ayudar a que los intraemprendedores coloquen su potencial al servicio de la empresa. Y aunque no todos los trabajadores serán capaces de cumplir este rol, el trabajo es descubrir quienes si lo harán y esto conlleva mucha observación, empatía y seguimiento.
Es importante tener en cuenta que todo lo nuevo implica un riesgo, por lo que aventurarse en el mundo del intraemprendimiento significa poner en manos de los empleados recursos económicos y talento humano que les permita desarrollar libremente sus ideas. Sin embargo, la educación en el uso correcto de estos recursos será fundamental, puesto que además de formarlos de manera integral, la empresa debe asegurar un mínimo de pérdidas en caso de un proyecto fallido.
¿Por qué es importante el intraemprendimiento?
Para ejecutar este método, es esencial que el intraemprendedor cuente con una idea inicial que pueda sentar las bases de su desarrollo; y para que mantenga un crecimiento sostenido y acorde con las exigencias actuales, se requiere un equipo de personas capaces de explorar oportunidades de negocios desconocidas y diferentes.
Las organizaciones que no promueven el intraemprendimiento, corren el riesgo de que sus trabajadores pierdan la motivación en la rutina de un negocio estancado. En muchos casos, es la organización quien terminan perdiendo talento humano valioso y obteniendo aún más competencia; lo que les obliga a tercerizar su innovación.
Apoyar a los empleados para que se concentren en desarrollar nuevas estrategias y ofrecer soluciones ingeniosas, creará una compañía resistente a los cambios en el entorno económico y facilitará su entrada a nuevos mercados, lo que se traducirá en mayores ingresos para la organización y, por consiguiente, para los intraemprendedores.
Y es que un entorno libre, abierto a que el personal pueda demostrar toda su creatividad sin temor, promueve el surgimiento de nuevos líderes cada vez más motivados y dispuestos a darlo todo por la empresa. El intraemprendimiento provoca que las personas se relacionen tanto con sus proyectos, que se sientan dueños de ellos, creando un sentido de pertenencia leal y beneficioso para todos.
Pasando del intraemprendimiento al emprendimiento, para ser autónomo
Emprendimiento no significa solo crear una empresa, sino también centrarse en el desarrollo de ideas innovadoras, distintas a las que ya existen. El punto negativo es que, muchas personas tienen miedo del mismo, pues temen enfrentarse a un mundo desconocido que no ofrece ninguna garantía de éxito. En la mayoría de los casos, los riesgos e incertidumbre que conlleva darse de alta como autónomo, sin tener la certeza de que funcionará, surge por la falta de experiencia en los negocios o la poca confianza en la idea inicial.
El intraemprendimiento es un trampolín para comenzar un negocio propio, pues el intraemprendedor gozará del respaldo de su organización y se sentirá protegido al momento de desarrollar sus ideas. Además, el contar con los recursos económicos, físicos y tecnológicos de la empresa, le brindará confianza y en el camino, podrá conocer personas que le ayudarán y enseñarán sobre el funcionamiento del mercado, además de poder generar el capital necesario para comenzar en algún momento con un proyecto propio.
No hay que olvidar que los emperadores son personas con ideas disruptivas, cuyo éxito no está determinado por los medios económicos o tecnológicos que posean para llevarlas a cabo. El mercado esta lleno de inversionistas, con mucho dinero, pero pocas ideas; al igual que existen muchas empresas requiriendo empleados dispuestos a aportar sus conocimientos. Lo importante que debe saber cualquier persona que quiere emprender, es que necesita rodearse de gente adecuada y confiar en sí mismo y su talento.
El intraemprendimiento es una herramienta que proporciona importantes beneficios para todos. A la empresa le ofrece crecimiento, permanencia y solidez. Mientras que los intraemprendedores, obtienen los conocimientos y la confianza necesaria para desarrollarse profesionalmente e independizarse, si así lo llegasen a decidir.